Cómo estudiar más rápido

Aprender cosas nuevas es algo que lo hacemos todos los días, enriquece nuestra mente y nos hace crecer a nivel personal,  social y por qué no decir en todas las áreas de la vida. Lo malo de esto es que requiere un tiempo que no siempre tenemos o no queremos invertir en ello. Si estás aquí es porque quieres hacer de tu tiempo de estudio algo más breve pero igual de efectivo, en definitiva quieres saber cómo puedes estudiar rápido.

 

Acelerar el proceso de aprendizaje es posible gracias a los diferentes estudios que se han realizado en los últimos años sobre la comprensión y la capacidad cognitiva y memorística de los seres humanos, habiendo descubierto las formas más efectivas para que nuestro cerebro procese y guarde la información.

 

Trucos para estudiar rápido

Ya sea una nueva actividad, un idioma que no conoces o una habilidad que conocías pero no habías probado antes, todos estamos en constante aprendizaje. Y muchas veces queriendo abarcar mucho al final acabamos por no hacer nada.

 

Existen muchas formas de aprender y retener cosas o conceptos más rápido, pero en el día de hoy te descubriremos algunas de ellas. A continuación, te presentamos  técnicas diferentes que puedes comenzar a poner en práctica para hacer de tu tiempo de estudio algo más rápido.

Puedes empezar a aplicarlas en tus estudios ampliando la metodología que normalmente uses, complementando lo que ya sabías y lo que vas a aprender hoy.

Tomar apuntes de la manera adecuada

Unos buenos apuntes marcarán la diferencia entre un buen estudio y un estudio mediocre. Cuanto mejores sean tus notas más rápido aprenderás.

Tomar apuntes de la manera adecuada te ayudará a recordar los conceptos con una comprensión más profunda del tema y a desarrollar habilidades de aprendizaje significativas.

Por lo tanto, antes comenzar con un nuevo tema asegúrate de aprender diferentes estrategias o técnicas para tomar notas, como por ejemplo el Método Cornell.

 

Sea cual sea el método que vayas a usar necesitas unas nociones básicas para tomar notas que todos los métodos siguen: escuchar la explicación tomando nota con palabras propias, dejando espacio entre ideas principales, escribe frases incompletas que luego se trabajarán con abreviaturas y otros elementos, saca sólo la información más relevante.

Distribuye tu tiempo de estudio

Muchas veces hemos pensado que el mejor estudiante es el que se encierra cuatro horas en su cuarto y no sale hasta que ha acabado de estudiar, pero esto es falso. Te será mucho más de provecho tu estudio si te lo organizas bien.

Puedes empezar poniéndote un tope de horas para el estudio, que pueden ser dos, tres, cuatro o las que quieras. Esas horas divídelas en bloques de 30 a 45 minutos, intercalando cada bloque con 10 minutos de descanso.

 

Varía tu actividad

En la mayoría de estudios habrá partes que serán más teóricas que requerirán memorización, otras más prácticas que tendrás que invertir más tiempo pero menos esfuerzo mental y otras teórico-prácticas, en la que implementarás las dos técnicas.

 

Hay personas que se centran en una sola actividad y no cambian hasta que acaban, pero no te lo recomendamos. Para que tu estudio sea más ligero y rápido te sugerimos que varíes la actividad. Si en el primer bloque empiezas con la teoría, al segundo no vuelvas con la teoría, cambia de tercio. Esto le dará a tu cerebro un descanso, ya que no estarás usando todo el rato los mismo recursos mentales.


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Tienes que tomar apuntes a mano

Aunque pueda parecer que en clase puedas tomar apuntes más completos y de manera más rápida con el ordenador te recomendamos que pruebes a cogerlos con boli y papel.

Las investigaciones han demostrado que quien escriben las notas a mano procesan y retienen la información a un nivel superior. Esto se debe a que la escritura fomenta el procesamiento de la información y por lo tanto su comprensión.

Al hacerse de manera más lenta da tiempo a entender qué estamos escribiendo, por lo que comienzas a memorizar en el momento en el que creas tus apuntes, lo que te ahorrará tiempo en el momento del estudio.

Estudia y duerme, en ese orden

A todos nos ha pasado alguna vez de tener que estudiar la noche de antes. De repente aparece un examen que no estaba ahí antes y toca trasnochar. En muchas ocasiones funcionará lo de quedarse sin dormir por estudiar, pero no es lo más efectivo.

Existe una fuerte conexión entre el sueño y el aprendizaje. Dormir, aunque sea un poco, es un elemento importante para reforzar la manera en la que nuestro cerebro recordará algo. El sueño profundo tiende a reforzar los recuerdos generados las 12 horas posteriores, por lo que lo más recomendable sería estudiar el grueso de la tarea antes de ir a dormir, para que el sueño te ayude a recordar.

Utiliza las pausas para volver a concentrarte

Cuando estamos mucho tiempo escuchando algo de larga duración, como puede ser una clase o a nosotros mismos recitando la lección, podemos acabar perdiendo la motivación, y por ende la concentración.

Perder la concentración es lo peor que puede ocurrir en un proceso de estudio, ya que te hará perder el tiempo haciendo de tus estudios algo largo y tedioso.

Utiliza los 10 minutos de descanso para reiniciar y darle un tiempo a tu cerebro para que pueda volver a ponerse en marcha. Esto restaurará tu concentración y te permitirá estudiar de una manera más efectiva y rápida.

Varía tu método de estudio

Cuando tengas que estudiar algo muy extenso o denso utiliza diferentes maneras de memorizarlas, así tu cerebro empleará diferentes regiones para almacenar la información sobre el tema. Gracias a ello la información acaba interconectándose y fijándose en tu memoria.

Puedes crear notas, estudiar de apuntes, memorizar directamente del libro de texto, ver un vídeo sobre el tema o escuchar un podcast. Cualquier método es válido, pero tiene que ser diferente. De esta manera también le darás breves descansos a tu cerebro, utilizando diferentes soportes que activan unas zonas u otras de tu mente.

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