LECTURA RÁPIDA: CÓMO LEER 3 VECES MÁS RÁPIDO



La lectura rápida es una de las habilidades más útiles en la actualidad, pues constantemente estamos siendo bombardeados con información que cada vez más crece sin parar, por eso resulta útil tener una técnica de lectura rápida apropiada que nos permita entender toda esta información.

Técnicas de lectura rápida - cómo mejorar mi comprensión de lectura

Por otra parte, una de las formas en que nuestra sociedad categoriza a personas aptas” es verificando quién es capaz de procesar la información a una mayor velocidad, quién logra estudiar mejor y más rápido en temáticas específicas o quién toma decisiones más rápidamente.

Si deseas mejorar tu velocidad de lectura lo primero y más importante es que decidas dedicar tiempo y esfuerzo a lograrlo. Es importante que tengas en cuenta que la lectura rápida es un proceso, lo que quiere decir que requiere de tu mayor constancia; además, debes tener en cuenta que para lograr buenos resultados, debes tener un excelente método de estudio.

Nuestra velocidad de lectura está directamente relacionada a la preparación mental que tengas al momento de iniciar la lectura, los siguientes son algunos hábitos importantes que te permiten prepararte para leer:

Destina un tiempo específico para que te deshagas de las distracciones

Enfoca tu atención y concéntrate en el tema.

Antes de leer, busca un interés y motivación para lo que vas a leer.

Concéntrate y recuerda que la concentración es indispensable para una exitosa lectura rápida.

Mantén tu organismo en buen estado de salud; principalmente, asegúrate de que tus ojos estén descansados y sanos.

Siguiendo las anteriores instrucciones tendrás una mejor disposición para leer. Ahora es importante que sepas que existen rangos de velocidades que puedes alcanzar según la complejidad de cada lectura.

Un lector normal, sin entrenamiento, tendrá velocidades de lectura en promedio de 160 palabras por minuto. Sin embargo, con entrenamiento esta velocidad puede duplicarse y llegar a 320 palabras por minuto en promedio.

Según la complejidad de lectura, encontramos los siguientes rangos.

Para maximizar tu capacidad debes tener en cuenta que el tiempo dedicado a la lectura está compuesto por dos partes.

El tiempo de movimiento de los ojos, y

El tiempo de procesamiento de la información.

El tiempo de procesamiento está directamente relacionado con tu concentración y atención.

El tiempo de movimiento de los ojos se puede reducir, entrenando los ojos y optimizando tus movimientos. A continuación se presentan los 3 principios más importantes por tener en cuenta.

Lee la parte superior de las palabras puesto que de esta forma el cerebro las percibe más rápido y con menor esfuerzo.

EJERCICIO 1

  Por ejemplo puedes practicar tapando con una hoja de papel la parte superior de los  escritos que estés leyendo habitualmente y de esta forma entrenas tu visión para identificar las letras directamente.

Evita a toda costa la vocalización mental y la verbal. Son procesos innecesarios para la comprensión y, en cambio, desgastan tu energía cerebral.

Evita mover la cabeza o las manos mientras lees, pues también son tiempo y esfuerzo perdidos.

Evita devolverte para releer palabras o frases por falta de atención. El tiempo que toma la devolución es aún mayor al tiempo que toma el avance.

Reduce el número de fijaciones por renglón. Esto lo lograrás percibiendo un mayor número de palabras en cada fijación. La mayoría de lectores se detienen en cada palabra. Un lector entrenado lee 5 palabras, 25 letras en total, en una sola fijación (o mirada).

EJERCICIO 2

Lee el siguiente ejercicio manteniendo tu mirada en el centro del renglón, realizando únicamente una fijación por cada renglón. Utiliza la línea para mantener tu mirada fija en ella.


EJERCICIO 3

Otro ejercicio que podemos realizar consiste en dibujar tres líneas en cada texto que vamos a leer. Principalmente para esto se fomenta utilizar artículos de periódico. Estas líneas son las que utilizaremos para hacer cada fijación. Y debemos procurar que nuestros ojos las realicen, deteniendo la tentación de detenernos en cada palabra.

A continuación se presenta el esquema comparativo de los dos tipos de lectores, practicando ejercicios y manteniendo las recomendaciones podrás cambiar cada vez más y leer como un lector entrenado y eficiente.


  
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