Las 9 técnicas de oro para una lectura rápida
La lectura es uno de esos hábitos que, sin importar el tipo
de texto, puede ofrecernos un sinfín de beneficios a nivel físico y mental, y
llegar a convertirse en un pasatiempo que contribuye a mejorar nuestro
vocabulario, aumentar nuestra capacidad de empatizar con los demás y
especialmente, abrirnos un mundo más creativo.
Y es que, de manera casi inconsciente, el ser humano está de
alguna forma “codificado” para adoptar una correcta práctica de lectura en las
distintas etapas de la vida. Desde que somos niños, acompañamos nuestra lectura
con dibujos y colores llamativos, hasta que vamos creciendo y buscamos la
manera de lograr una lectura rápida y eficaz.
Sin embargo, para adquirir una velocidad de lectura óptima,
es necesario poner en práctica distintas técnicas en cada una de las etapas de
este hábito, para así lograr obtener un mayor beneficio en nuestra lectura.
¿Estás intentando adoptar una comprensión de lectura mucho
más ágil? ¿Has pensado en apuntarte a cursos para mejorar este hábito? ¡No hace
falta! Hoy te traemos una práctica lista sobre las principales técnicas de
lectura.
Cinco Técnicas de lectura convencional
Existen diversos métodos que te ayudarán a lograr una
lectura rápida y superar el pánico escénico de hablar frente a un público, así
como perfeccionar tu capacidad de comprensión y mejorar tus técnicas de estudio
y de trabajo. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
1. Lectura en voz
alta
Se trata, precisamente, de leer el texto en viva voz, lo que
ayuda a realizar un seguimiento corrido de lo que leemos, mientras podemos
escucharnos y ser escuchados, pudiendo mejorar nuestra pronunciación y
oratoria.
Un truco muy útil es intentar imitar a aquellos que
admiramos leyendo. Desde ese compañero de clase, hasta el jefe o profesor que
logra dar una entonación cautivante a cualquier tipo de lectura, leer en voz
alta sin duda le dará mayor emoción a tus textos.
2. La lectura
silenciosa
Es la que empleamos a diario de una manera práctica en
cualquier tipo de texto, ya que nos permite controlar la velocidad de la
lectura y enfocarnos en aquellas palabras claves que requieran mayor
detenimiento.
Se trata de un proceso mental que permite una mayor
capacidad de comprensión, y donde podemos aplicar otras técnicas de lectura
rápida.
Si eres de los que suele desconcentrarse con facilidad, te
recomendamos tomar un lápiz o bolígrafo y hacerle seguimiento a tu lectura, de
esta manera acostumbras a tu vista para ir paulatinamente adoptando una lectura
veloz y eficaz.
3. Lectura secuencial
Implica leer el texto de principio a fin sin repeticiones u
omisiones. Al igual que la lectura silenciosa, a través de este método logramos
captar el sentido del texto para crear un punto de vista propio e identificar
los términos importantes del contenido, y así lograr una lectura comprensiva.
4. Lectura puntual
Esta táctica se emplea cuando el lector sólo busca el
contenido que le interesa. El principal beneficio es aumentar la velocidad de
lectura, obtener una idea general del contexto y enfocar nuestro campo visual
en aquellas palabras clave, para lograr una mayor velocidad y mantener la
comprensión del texto.
5. Lectura rápida
También conocida como lectura veloz, es una técnica que,
además de ayudarte a tener un mayor rendimiento académico y laboral, permite
culturizarte, ubicar más información en menos tiempo, y llegar a comprender y
disfrutar lo que lees.
El podcaster estadounidense Tim Ferriss expone los trucos
más sencillos para mejorar nuestra velocidad lectora, midiendo aproximadamente
la cantidad de palabras y la longitud
del texto que nos interese.
Así, la lectura rápida no sólo te servirá dentro de tus
técnicas de estudio, sino que también te permitirá incrementar el nivel de
comprensión del texto.
Cuatro Técnicas para mejorar la velocidad de lectura
Uno de los principales obstáculos a la hora de realizar una
lectura veloz es el excesivo análisis de palabras que va acompañada de esa
pequeña vocecita interna en tu cabeza. ¿La escuchas? Es lo que conocemos como
subvocalización, y que muchas veces puede entorpecer la lectura rápida y
comprensión lectora de un texto.
Por tanto, además de escuchar música instrumental o repetir
sílabas constantemente, algunas de las formas para disminuir o eliminar la
subvocalización es a través de otras técnicas, como las que te traemos a
continuación, y que te permitirán lograr una mayor velocidad lectora, manteniendo
tu nivel de comprensión.
1. Lectura intensiva
Se trata de realizar una lectura completa y mucho más analítica de las intenciones del autor. Por ejemplo, este método puede resultar útil a la hora de aprender un idioma cuando es necesaria la completa comprensión del texto y en particular, el significado de las palabras.
¡Pero cuidado! Esta técnica no es
recomendable cuando lees propuestas o documentos importantes, ya que puede
ocasionar problemas de contextualización y el objetivo de estos trucos es
lograr una lectura activa, sin sacrificar la comprensión lectora.
2. Lectura diagonal
Esta técnica se enfoca en una lectura veloz para obtener
información concreta, tomando en cuenta títulos, palabras acentuadas y las
frases más relevantes.
La forma de aplicar este método se basa en el movimiento de
los ojos desde la esquina superior izquierda del cuadernillo a la esquina
inferior derecha en una forma de zigzag, lo que te permitirá captar la mayor
cantidad de palabras en menor tiempo.
3. Técnica del
Skimming
Con la finalidad de ubicar palabras claves y conocer de
manera concreta las intenciones del autor, el método Skimming busca identificar
rápidamente las ideas principales, tomando en cuenta el primer y último
párrafo, así como otros elementos de la lectura como la sinopsis, frases
resaltadas, resúmenes, entre otros.
Sin embargo, no es recomendable como parte de las técnicas
de estudios ya que te puedes pasar por alto alguna explicación importante; de
hecho, es utilizada principalmente para buscar información más específica como
análisis de gráficos, fechas o nombres.
4. Técnica de la
fijación
La fijación no es más que el campo visual en el que
enfocamos nuestra atención cuando leemos. El objetivo de esta táctica es
disminuir el número de fijaciones para lograr una lectura eficaz.
Aquí, nuevamente puedes tomar tu bolígrafo y practicar tus
puntos de fijación para disminuir las pausas entre palabras y aumentar el ritmo
de lectura, manteniendo la comprensión lectora.
Y es que este hábito nos ofrece muchísimas herramientas
para adoptarlo, mejorarlo e incluirlo en nuestro día a día. Te animamos a poner
en práctica estos métodos de lectura, y verás como en un abrir y cerrar de ojos
habrás podido leer todos esos libros que tienes en tu Wish list.
¡No dudes en compartir con nosotros
tus recomendaciones literarias del momento!
Lee también: Memoria fotográfica: una técnica fácil que funciona
0 Comentarios